Sunday, May 13, 2018

MUJER Y MADRE *

Pintura de:  Louise Breslau
Por: Leonora Acuña de Marmolejo

¡Oh madre!, tú la dulce mujer de reciedumbre
cual un álamo erguido siempre al pie del brocal,
cuidaste que la linfa manante allí en mi pozo,
tuviera transparencia de mujer diamantina.

¡Oh madre, en cuyo vientre se tejieron mis huesos:
Hay sol en tus pupilas y besos en tu faz,
y en tu cara hoyuelada hay sonrisas de niña,
y aún en tu semblante, candor de adolescente!

En críptico secreto , como la nuez, tú tienes
repleto de dulzuras un tierno corazón:
y siendo suave y dulce, mas fuerte como un roble,
en mis surcos pusiste la más fértil semilla.

Mi arcilla modelaste cual un noble alfarero,
y mis ansias puliste con un buril severo;
y nunca en cobardía del yunque desertaste,
ni frente a las borrascas, huíste del timón.

Pegada de tu falda, tus pasos persiguiendo,
mi Lengua Cervantina aprendí a balbucir;
de ti aprendí nobleza, honestidad y amor,
y en lealtad y justicia, la convivencia en paz.

¡Oh mujer, dulce madre!, la que me abrió caminos,
la que siempre me dijo: “Adelante con fe,
que más que dar Dios tiene, que nosotros pedir”:
¡hoy tu voz transparente, alumbra mi sendero!

¡Oh madre, tú la recia, la tierna, la feraz;
orgullosa me has hecho de mi propio destino:
varones y mujeres de tu temple y estirpe,
de mi fecundo vientre cual milagros brotaron!

* Poema del libro “Del crepúsculo a la alborada”, 2007

EN EL DIA DE LAS MADRES








Llega el día de las madres
trayéndonos gran regocijo.
Y quiero madre querida
recordarte en este día.

Hoy no puedo hacerte
un regalo costoso,
solo una flor blanca
en mi pecho llevaré.

Recuerdos
de años felices,
el tiempo
no lo podrá borrar.

La rosa que hoy llevo,
no importa su color,
porque mientras yo viva,
te llevo en mi corazón.


René León

MADRE

Foto tomado de: property in julian



Recordando hoy me encuentro 
en un mundo extraño
rodeada de incertidumbres,
teniendo tan sólo como sostén 
en mis días de juventud
los recuerdos de tu mirada el 
calor de tu amor.

Tu imagen, distante, 
tu presencia, de lejos.
como ángel de la guarda
siento que me protege en mi caminar.
Aquella niña que en tus brazos 
dormía, en los cuales
tú protegías en las noches 
oscuras, 
en donde duendes imaginarios no la dejaban dormir, hoy lejos de tus ojos se ha hecho mujer. 
Los años pasaron, la inocencia 
quedó resguardada en tus brazos, 
la continua batalla de la vida,
le ha transformado a tu niña en mujer, 
mas para ti los años se congelaron 
en aquellos días de travesuras
en aquellas noches de velas. 

Madre, el destino nos ha separado 
físicamente 
pero aún te siento a ti 
como ángel de la guarda 
que guía mi caminar,
y en las noches de desvelo
sentada en este sillón
siento tus brazos que me abrazan 
y siento que me acarician

Madre, la distancia no ha arrebatado 
la esencia de mis sentimientos y 
deseo que sepas que en 
mi corazón abunda un amor puro, 
y profundo hacia ti.

Por Alexandra Witt (†)

Plegaria

Dibujo cortesía de: Marta Ibarra(†)
Catedral de San Carlos de Mantanzas. 

i Ten compasión, Señor, del  alma  mía 
cuando al librarse de  mi humanidad- 
remonte hasta recónditos parajes
en busca de la luz de la Verdad!

i Te  lo ruego, Señor, no la abandones, 
no la dejes vagar en soledad... 
ayúdala a llegar hasta Tu reino, 
bastante estuvo ya en la oscuridad !

i Ayúdala, Señor, dale Tu  amparo 
y mírala con ojos de piedad... 
condúcela a pastar con Tu rebaño,

allá en los predios de  la Eternidad !
i Confío en Ti, Señor de  los milagros !
i Confío en Tu perdón y en Tu bondad!

Con la magia del verso
Hortensia Munilla Tauler
Miami 2015

¡Aquel jardín !


Foto cortesía: Ileana Fleites 


¡Cómo recuerdo aquel jardín florido
tan saturado de sutil fragancia ...
aquel bello jardín tan colorido
que mi madre cuidaba con constancia !


¡Ni los años, las penas o el gemido
con que mido la lóbrega distancia
han logrado que olvide aquel querido
y aromado pedazo de mi infancia !


¡Su recuerdo me invade el pensamiento
con tan puro y sublime sentimiento
que acelera el latir del corazón!


¡Por ser parte tan linda de mi historia
siempre ha sido en mi larga trayectoria
motivo de una dulce inspiración!

Por: Hortensia Munilla Tauler
Libro: Con la magia del verso

MI MARIPOSA

¡Las mariposas tienen tan corta vida!
Tal vez por eso son tan hermosas.
¡Ellas nos brindan tanta alegría
con sus colores entre las rosas!

Yo tuve una mariposa.
Me regaló un bello jardín
y la escuchaba tan melodiosa
cual campanita: Tilín tilín...

Llenó mi vida de colorido.
Sutil y hermosa revoloteaba,
descansaba siempre en mi hombro.

Hoy no la tengo, ella se ha ido.
Siento a mi lado su perfumada
presencia y no me asombro.

Mi mariposa de corta vida
con su carisma de Majestad
Era acuarela no repetida.

La nombre Tania Caridad.

 Blanca M Segarra.
 5/3/09

¡QUISIERA NACER DE NUEVO!




Madre:


Quisiera nacer de nuevo y con tus manos divinas
apartaras los abrojos de la senda de mi vida;
asirme otra vez a tu saya escondiendo mi cara sucia
y ver en tu rostro santo el manantial de la sonrisa;

revolotear siempre a tu lado en inocente dicha
al reclamo de tu voz para que no corra de prisa;
sentir el beso de tus labios en mi rosada mejilla
y salir brincando gozoso con tu agradable caricia;

dormirme al tibio regazo de tu mama ambarina
recitando del poeta su romántica rima;
contigo ir de paseo sosteniéndome mi manita
sintiendo fluir tu sangre corno el reloj su arena fina;

ante mi lecho de enfermo mordido por la Pica-Pica
socorrerme muy afanosa y rezan o una plegaria;
bondadosa recibir de tí del arnaiz su fresca harina
mezclada con blanca leche y una tajada de piña;

adentrarme en la palangana con el agua algo tibia
tú frotándome el cuerpo y haciéndome cosquillas;
que festejes mi cumpleaños y también por Navidad
recibir juguetes de los Reyes y una bolsa con golosinas;

a veces me abandonabas y con mi padre te ibas
de fiesta y jolgorio en el día de la Caridad;
a la mañana siguiente, pálida y aún dormida,
me acostaba a tu lado y me mordías la barbilla;

¡cuántas incontables cosas, Madre, me faltan desde tu ausencia!
¿de qué sirven Gloria y Honor,sin tí,madre amantísima?
bajo tu felino amparo fuerte y saludable crecía
sin que me hiriera la aguda y punzante espina;

¡sin tu escudo protector hoy me lacera la vida!
¡hecha para aliviar dolores busco tu dulce mirada!
¡Madre,quisiera tenerte a mi lado y con esas manos divinas
acariciaras mi coraz6n y la áspera barbilla...!



Emilio J.León(†)

ELEGIA A MI MADRE



Te me fuiste, madre mía, 
dejándome sola y triste 
nunca supe decirte,
I
lo mucho que te queria.

Dios me dió tu compañía 
por noventa y siete años. 
El no verte me hace    daño, 
lloro mucho todavía.

Quiero recordarte, cuando 
en la tarde yo llegaba,
y en tu cuarto te encontraba, 
con tu rosario rezando.


Cargada de años y    arrugas
tu silueta en la ventana, 
tu mente clara y muy sana, 
hablando siempre de Cuba.

No tengo tu fortaleza, 
ni tu valor ni tu    empuje
y un dolor que siempre        ruge 
atormenda mi cabeza.
Por verte, mi alma suspira, 
a tu tumba no he llegado,
  bien que del otro lado, 
desde una estrella me miras.


Mart a N. Henderson.(†)

Segundo domingo de mayo, " Dia de las Madres "


de Réquiem por una madre. Debajo del ciprés.

Homenaje A Las Madres
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Foto tomada de: gardengoodsdirect.com


Sé que no estás ausente pues te siento
respirar por la casa
y tus pasos solemnes dibujar las baldosas.
Sé que Dios te llamaba y respondiste
aceptando el sendero de su gracia.
Sé que la muerte es íntima,
que no se comunica, con nadie
aun cuando al moribundo se le muestre
desnuda y cara a cara.
Cuánto daría, madre, por saber tus espacios
si te sientes cansada o quizás
la Luz primera
te ha rejuvenecido las arrugas.
Si algún día decides
develarme el secreto que persigo
despiértame del sueño,
viaja por mis sábanas.
Te grabaré en mis versos
aunque aún no sé cómo.

                   II

Un día oí tu voz, que hoy silencio,
me acarició tu fuego, que hoy ceniza,
nos vibraba la vida en su alboroto
y hoy yaces, yaces tú que yo me enfrento
con las piedras hollándome el costado
y me siento a esperar la primavera
encendiendo bengalas a la noche.
Hoy te viste de mármol bajo frágil arena.
Sobre el rescoldo tibio que fortalece el árbol
se prodigan palomas en lo alto del muro
Mas ya no están tus manos,
ese clamor de estrellas, ¿dónde, dónde?,
quién oyó el torbellino de tu voz acercándose.
Esa febril tormenta
de encendidas palabras abrasando en mi oído
¿dónde, dónde se oculta?
Dónde esta sed de altura que nos ciega.
Tu luz es una antorcha entre cipreses,
tierno umbral del silencio.
Un libro entre mis manos.

                 III

Tu aliento de ala extensa
me  despierta en la noche.
Arboleda que en sueños me transitas
más allá de los últimos silencios.
Si la noche es tan negra,
tú, violín en llamas
vendrás a suavizarla.
No temo despertar.
            Estás conmigo.
                                         Nos bebemos los pájaros

                                                      Isabel Díez Serrano
                                          de:  Réquiem por una madre: Debajo del ciprés
                                                       Editorial Calíope 1998

Tuesday, May 1, 2018

DESDE EL LÍRICO CUENCO DE MI VOZ (Solo Sonetos)

Por nuestra colaboradora: Isabel Diez Serrano

Disponible en Amazon



Esta terca melancolia

Foto tomada de:  Taringa.net


Por: Leonora Acuña de Marmolejo


Esta melancolía feroz que me devora

con nostálgicos recuerdos del ayer,

hoy vuelve a mi alma enturviando mi paisaje

y mortal e inclemente robándome la calma;

volviendo a mi alma cuando te has marchado

impredecible y sin adios decirme.

     Si siempre me entristecen los adioses,

tu cruel partida sin adios decirme

ha segado mi vida para siempre.

     Sólo a Caronte humildemente ruego

que a tu lado me lleve en su barcaza

y de mi cielo borre nubarrones

que agrisan ni paisaje y lo entristecen.

Al Hijo Muerto


Julio A. León (†)

    el hijo muerto que pariste
no es hijo tuyo solamente
es hijo del dolor nuestro.

  llegó con los ojos abiertos
pero sus ojos no vieron
la noche que se fugaba
en un bote de espuma negra
que resbalaba sobre las duras piedras.

  sus labios gruesos no reían
su boca sin besos
mostraba una muda mueca
de desconsuelo
de dolor
de pena.

  el hijo muerto que pariste
no es hijo tuyo solamente
es hijo del dolor nuestro.

  su cuerpo mulato no sudó
con sudores de ron melao
ni sus pies resbalaron
sobre el triste polvo en el cabildo
en las noches de fiesta y bachata
de bachata y cumbancha.

  sus ojos no vieron de nuestras verdes
palmas sus reflejos
ni el arcoíris de pluma
que viste el papagayo.

  en sus oídos sordos
no repiqueteó el tambor
con su ritmo sensual
ritmo mulato y tropical.

  el hijo nuestro que pariste
no es hijo tuyo solamente
es hijo del dolor nuestro.

Cartas que no te envié


     
Foto tomada de: Marti Noticias

Desde la prisión de Isla de Pinos, Cuba, octubre, 1963

Amada mía,
te estoy haciendo una carta
en mi pensamiento,
como otras que te echo
y tú no has recibido,
en estos años de prisión.
Muchas veces no encuentro
las palabras que te quiero decir.
Pero dentro  de mí siento un alivio,
que hace mantener vivo mi amor por ti.
Son tantas las cartas que te he enviado
y que tú no has recibido,
que no te lo puedes imaginar.
En ellas te digo de
los tiempos felices que pasamos juntos,
y que volveremos a pasar.
De nuestro amor juvenil, sincero
sin nunca ofendernos.
Te habló de nuestras hijas
y los planes para el futuro.
Los recuerdos de esos años
no se pueden borrar,
y me ayudan a mantenerme vivo
en este infierno.
Cuando llegan los momentos difíciles,
es cuando más necesito de ti.
Pero te sigo escribiendo en mi pensamiento
aunque sé que esas cartas no te llegaran.
Son palabras
que el viento no se las llevará.
Te doy las gracias por los momentos felices,
y por la ayuda moral que siempre
he recibido de ti.
Aunque lejos estoy hoy,
y no nos vemos por mucho tiempo,
te sigo escribiendo
y te sigo llevando en mi corazón.



Hoy llueve torrencialmente, noche triste y fría. A lo lejos se ven los relámpagos. Hoy se llevaron varios presos para el calabozo de castigo por protestar por la poca comida o nada que nos trajeron. A los guardia no les importa si comemos o no. Las luces se apagaron, que es cuando esta soledad se siente más. Hay varios presos que se ponen a gritar de noche, algunos se abandonan a su suerte.
Hoy después de largo tiempo trajeron alguna correspondencia. Felices los que pueden recibir un poco de noticia de la familia, pues muchas veces tallan informaciones de los familiares.
Hoy me he sentado al borde de la ventana, y me ido alejando de esta isla maldita… y poco a poco me voy alejando de ella. Me veo con mis hijas, reímos y caminamos por el parque cercano de la casa. Me siento feliz con ellas….y la lluvia sigue cayendo algunos relámpagos siguen su música
celestial. 


René León
Isla de Pinos, Cuba,1963