Sunday, November 1, 2015

Rostros



Miro hacia arriba,
hacia lo alto del cielo.
Es un cielo parcialmente nublado.
Nublado con esas nubes
blancas, desgastadas, sin silueta.
Puedo ver en ellas rostros muy tristes,
ellos gritan su temor, ellos lloran su dolor.
Son rostros de hombres
como tú, como yo.
Los veo a cada instante,
puedo oir su triste melodía,
puedo sentir su inmensa agonía.
Son rostros que algún día
compartir mi melancolía.

Pedro Briceño

Al hijo muerto




Por: Julio A. León (†)


el hijo muerto que pariste
no es hijo tuyo solamente
es hijo del dolor nuestro.

llegó con los ojos abiertos
pero sus ojos no vieron
la noche que se fugaba
en un bote de espuma negra
que resbalaba sobre las duras piedras.

sus labios gruesos no reían
su boca sin besos
mostraba una muda mueca
de desconsuelo
de dolor
de pena.

el hijo muerto que pariste
no es hijo tuyo solamente
es hijo del dolor nuestro.

su cuerpo mulato no sudó
con sudores de ron y melao
ni sus pies resbalaron
sobre el triste polvo del cabildo
en las noches de fiesta y bachata
de bachata y cubancha.

Sus ojos no vieron de nuestras verdes
palmas sus reflejos
ni el arcoiris de pluma
Que viste el papagayo.

en sus oídos sordos
no repiqueteó el tambor
con su ritmo sensual
ritmo mulato y tropical.

el hijo muerto que pariste
no es hijo tuyo solamente
es hijo del dolor nuestro.