Saturday, October 1, 2016

Poemas de Isabel Diez Serrano

SOBRE MI FRÁGIL CARNE


hoguera, verbo nuevo, corazón que galopa
y repito tu nombre, mi Dios, el tuyo sólo.
Prisionera de ti, mendigo de tu pana que es pan de Amores
y yo para tu Amor nacida,
peregrina del agua que apacienta mi cauce,
que nunca el desaliento, la culpa o el pecado
detengan mi andadura,
yo, caminando en la luz, la perfección.
Tú sólo mi tesoro, mi espejo, mi aleteo.
Náufraga de tu mar, borrachera divina que perfora mi entraña.
Que mi grito y mis lágrimas se enreden en tu estela,
mi temblor sea ascua esperando la muerte
-paloma herida, cárcel y delirio
calofrío que recorre mi piel y la traspasa-.

Te ofrezco mi cansancio,
mi voz de bajamar,
estos ojos diezmados por fuego y por cellisca
que otros días brillaron con prodigio divino.  
                   

                               
  
                                     II

SOLO QUIERO LA LUZ QUE NOS MANTENGA

el lazo transparente de la fe,
este incendio que irradia nuestro tiempo
uniendo nuestras almas, en lucha contra el hombre.
Tú que penetras las honduras no permitas
que la oruga carcoma mi flaco corazón,
dale el soplo de forza y de pureza
porque yo nada puedo en esta hora
que me asisten millones de diablos
y me enturbian la casa.
A tu merced me rindo porque te amo
y te ofrezco mi humilde poquedad,
que el camino es estrecho y polvoroso
y me siento morir,
que mi culpa me pesa y me hiere los rincones
de este barro que cae despavorido.


A Veces Pienso



Por: René León

A veces pienso
que el amor es
de poca duración,
un día alegremente me abandone al azar.

En mis días de tristeza
puedo navegar por ríos
que se convierten en surcos,
pero no llegan a ninguna orilla.

Yo puedo cerrar los ojos
y pensar que las estrellas no brillan,
y besar otra boca
y pensar que es la tuya.

Puedo borrar tu nombre
que escribí en la arena,
más sin embargo,
he de sentirte mía.

Si miro las nubes caprichosas
después pienso en ti,
en las nubes, las estrellas,
y en las sombras del recuerdo.

Puedo estar contento y estar triste,
he de ir por la vida como un  hombre sólo,
y ver como el amor se aleja,

y las olas se acercan pero no vuelven al mar. 

Lluvias



por: María Eugenia Caseiro

 Almizcladas de intemperies
cada estación en el calor de siempre,
las lluvias.
Algunas de estampado alegre,
otras como esa obstinación
que trae a veces  la raigambre.