Tuesday, November 15, 2016

Meditaciones en época de crisis

Simbolos de la Paz, parte 1
Antonio A. Acosta


Estamos viviendo tiempos difíciles; la crisis en general es galopante.
Hasta la naturaleza nos agrede con ponzoñosos dardos. En el espacio
humano la envidia nos corrompe. Los diferentes “ismos” nos
encierran en oscuros paréntesis, y todo parece limitar nuestras
posibilidades de triunfo.

Entonces, ¿qué hacer?

Digámosle NO al derrotismo. Somos entes pensantes con la
inteligencia y determinación suficientes para destruir todo el
negativismo que nos acecha.

Los seres humanos estamos hechos para ser independientes dentro
del marco de las leyes establecidas democráticamente y así crear
armonía, paz y bienestar para todos los pueblos del mundo.

No somos ovejas de corral y tenemos la capacidad para forjar nuestro propio destino. Pues siendo así que se abra en luz el firmamento.

Tuesday, November 1, 2016

A una rosa

Alfonsina Storni

 Grata flor que te destacas
sobre el verde de las hojas,
cual la sangre de una herida,
   roja... roja...
 
 Tú parodias esos labios
purpurinos, que entreabiertos
se dirían de caricias
   do sedientos
 
 han copiado de tus hojas
el color de su bandera
los campeones avanzados
   de la idea. 
 
 Y por eso yo te adoro,
bella flor, que de las hojas
sobre el verde, te destacas
   roja... roja...

La felicidad



Un cielo azul de estrellas
brillando en la inmensidad;
un pájaro enamorado
cantando en el florestal;
por ambiente los aromas
del jardín y el azahar;
junto a nosotros el agua
brotando del manantial
nuestros corazones cerca,
nuestros labios mucho más,
tú levantándote al cielo 
y yo siguiéndote allá,
ése es el amor mi vida,
¡Ésa es la felicidad!...

Cruzar con las mismas alas
los mundos de lo ideal;
apurar todos los goces,
y todo el bien apurar;
de lo sueños y la dicha
volver a la realidad,
despertando entre las flores
de un césped primaveral;
los dos mirándonos mucho,
los dos besándonos más,
ése es el amor, mi vida,
¡Ésa es la felicidad...!


Manuel Acuña

Gustavo Adolfo Bécquer


Gustavo Adolfo Bécquer
      Yo me he asomado a las profundas simas
de la tierra y del cielo,
y les he visto el fin o con los ojos
o con el pensamiento.
      Mas, ¡ay!, de un corazón llegué al abismo
y me incliné un momento,
y mi alma y mis ojos se turbaron.
¡Tan hondo era y tan negro!

A Federico García Lorca

                     
En medio de tu pecho, cruel lamento
Federico García, piel morena,
corazón de puñal, cálida arena
que pagó a nuestra España con su aliento.

Fue tu voz, Federico, y fue tu acento
un trueno en el rocío, ronca vena
sin tiempo de morirse y fue la pena
la que gritó tus versos en el viento.

Te nos fuiste de luz y de agonía
mendigo de tu infancia y tu destino,
herido en el costado, tristemente.

Corazón de tormenta y poesía,
dejaste honda tu huella en el camino.
Hoy, lloramos tu sangre efervescente.
                     

                               Isabel Díez Serrano: de TESTIGOS DEL AMOR Y LA LOCURA

Joséito Fernández.



Una luz como un brillante
Llegó por el mar un día
Y esa luz nos prometía
Ser la estrella del diamante.
Era carisma y bondad,
Empeño, valor, tesón,
Heroísmo y humildad
Y un enorme corazón.
 Ser humano sin igual
Con su perenne sonrisa
Que era cual soplo de brisa
Cual caricia y madrigal.
Por su vida de cometa
Hoy nos queda la tristeza
Y yo humilde poeta
 quiero exaltar su grandeza.
Y sin tener duda alguna
Porque era muy especial
El jugará con la Luna
Junto a un coro Celestial.

Blanca M Segarra.