foto tomada de: hdhut.blogspot.com
Mercedes Torrens de Garmendía (†)
Era un molino; era una rueda;
giraba hasta no más;
molía trigo y avena
sin cesar.
Un día se paró la negra rueda;
no quiso girar más
y no molió ni el trigo ni la avena,
ya nunca, nunca más.
Así mi corazón, la hora tras hora
¡ay! Late sin cesar
porque el Amor le manda; y late y late
con ritmo siempre igual.
Y un día parará como la rueda;
no querrá latir más;
aunque el amor le mande, nunca el triste,
su ritmo impulsará.
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