René León
…a Magdalena
Fue mi primera novia, y la que siempre he llevado en mi corazón.
Viejo estoy pero su recuerdo es perenne en mí. Ella 15 años y yo de 16 años, cuando ella salía del colegio de monjas, la tía nos dejaba hablar, y cogidos de la mano demoramos
siempre la llegada a su casa. Su padre decía que ella era muy joven. Pero nuestro amor crecía día a día. Por mi cabeza joven cruzaban muchas ideas, de cómo estar juntos. Pero el Destino nos hace jugadas muy malas.
Una tarde entró en su casa después que salió del colegio, nos dijimos adiós. Su tía siempre después que ella se bañaba le preparaba una leche malteada. Magdalena tenía la costumbre de sentarse en el balcón de la casa a coger fresco. La tía la llamó varias veces, y al no responder la fue a ver. Se había quedado muerta, parecía que estaba durmiendo. Sus ojos azules como nuestro mar, los tenía abierto, y en su pecho tenía una foto que nos tiraron en el Malecón de La Habana.
Me volví loco, no sabía qué hacer, deseaba morir, mi hermana y mi madre, me decían que lo tomara con calma. Que calma puede uno tener a los 16 años.
En mis años de prisión en Cuba, en aquella isla del Infierno de Dante, su recuerdo estaba presente, día a día. Oía su voz melodiosa. Veía sus grandes ojos azules. Su sonrisa sutil, me quedaba dormido en mi celda con el recuerdo de ella.
Y yo viejo y sólo ahora, con el recuerdos de aquellos momentos feliz, los que me trajeron
felicidad. Los otros los he olvidado. Pero nunca me olvidaré de ella. Y para más desgracia muchos años después, Alexandra, llena de vida, muere. Para las dos mí
pensamiento. Pero mi amor a Magdalena, la flor más bella de mi jardín florido.
Feliz Día de los Enamorados.
Creo que puedo tocar tu voz
y escucho, el ritmo de las cosas
bajo el embrujo de la luna
donde todo es paisaje y amor
Sentir tu voz dentro de mí
silenciosa, sutil,
sin saber cómo pudo llegar
cual sueño que nunca termina.
Tu voz me toca
y yo la toco a ella;
de labios que parecen
sólo hechos para besar.
Tu voz susurrando
a mi oído con pasión
promesas de amor eterno
que vibran en ti.
Mi voz, toca la tuya
Mi voz, toca la tuya
y llegó a ti, febril,
donde los sueños no pueden llegar,
porqué sin ti no hay vida.
…y pienso, pienso por un instante
en aquellos tiempos lejanos.
No comments:
Post a Comment