René León |
de un viejo amor...
Hoy he vuelto a recordar
nuestro primer beso.
Llegó a mi vida
sin yo esperarlo.
Nos conocimos en unas vacaciones.
Era linda, joven y hermosa.
Sus negros ojos brillaban,
y mi corazón palpitaba agitadamente.
Fue algo nuevo,
que llenó nuestras vidas.
Nuestra amistad creció,
convirtiéndose en amor.
Temí perderla
al finalizar aquellas vacaciones.
Por primera vez
mi corazón rebosaba de felicidad.
En la playa aquella
de eterna belleza, nuestros labios.
se juntaron.
Un beso brotó,
y nuestros corazones
palpitaron como nunca
jamás lo habían hecho.
Aquel acto de pureza,
fue el inicio,
de nuestro
amor juvenil.
Te fuistes.
Nos juramos amor eterno.
Pero la vida le tiene asignado
caminos diferentes a los seres humanos.
Pasaron los años,
y no nos volvimos a ver.
De ella supe que era feliz,
y yo nunca olvidaba aquel primer beso.
En mis noches de soledad
en la prisión,
cuando la luna alumbraba mi celda,
mi recuerdo iba hacia aquella playa lejana.
Hoy han pasado muchos años,
y sin embargo me parece que fue ayer
que nos conocimos,
y un beso nos dábamos.
En esta noche de frío,
que iluminan las estrellas,
quisiera tener sus sensuales labios
y besarlos como nunca lo hubiera hecho.
Por eso
aquel beso que yo le dí,
perdura en mi coraz6n,
y jamás lo olvidaré.
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