Antonio A. Acosta
Estamos viviendo tiempos difíciles; la crisis en general es galopante.
Hasta la naturaleza nos agrede con ponzoñosos dardos. En el espacio
humano la envidia nos corrompe. Los diferentes “ismos” nos
encierran en oscuros paréntesis, y todo parece limitar nuestras
posibilidades de triunfo.
Entonces, ¿qué hacer?
Digámosle NO al derrotismo. Somos entes pensantes con la
inteligencia y determinación suficientes para destruir todo el
negativismo que nos acecha.
Los seres humanos estamos hechos para ser independientes dentro
del marco de las leyes establecidas democráticamente y así crear
armonía, paz y bienestar para todos los pueblos del mundo.
No somos ovejas de corral y tenemos la capacidad para forjar nuestro propio destino. Pues siendo así que se abra en luz el firmamento.