Sunday, January 1, 2017

MARIANA PINEDA* (Mi Granada)


Por: Carlos Benitez Villodres

Con la belleza por vivir vestida,
Mariana, semillero de lealtad,
luchó por implantar  la libertad
en una tierra  gris y corrompida.

Indócil  oleaje fue la vida
de esta heroína, cálida en bondad,
que, como luz de generosidad,
amanecía  más fortalecida.

Sol de mujer,  deidad  cautivadora,
que atesora la savia de esa aurora
nueva  que sale invicta del fracaso.

Hoy, el hombre  camina tras su huella
que sobre el mundo, con amor, descuella
para esplendor y gozo de mi ocaso.


(*) Mariana de Pineda Muñoz, más conocida como Mariana  Pineda nació en Granada el 1 de septiempre de 1804 y murió, acusada de conspiración contra el gobierno del rey Fernando VII, quien indicó el garrote como medio de ejecución, en la misma ciudad el 26 de mayo de 1831 a la edad de 26 años. Fue una heroína española de la causa liberal en el siglo XIX.  En 2006, el Gobierno de la Unión Europea le rindió homenaje, otorgándole su nombre a la entrada principal del  Parlamento Europeo, como símbolo de  la  aportación  española  a  la  lucha por los derechos y libertades en Europa. También en el Congreso de los Diputados,  en Madrid, figura  su  nombre junto  a los de otros  españoles héroes de la  libertad.

Mi Granada


Carlos Benítez Villodres

BOABDIL EL CHICO (MUHAMMAD XII)*

En Granada, se palpa la agonía,
como dolor  de perro callejero,
de un hombre que perdió su ser guerrero,
pero nunca jamás su valentía.

Lloró el hombre. Lloró con gallardía.
Lloró en silencio, como un caballero
que luchó por Granada, su lucero,
talismán  de su fe y de su valía.

Su amor por este edén incomparable­-
mente bello le dio aliento a su vida
llagada hasta  en su alma por  traidores.

Un amor que será siempre insondable
para  aquellos  que traen de la brida
un tiempo todo paz y sin errores.


(*) Abu 'Abd Allah Muhammad fue el último rey de Granada con  el nombre  de Muhammad  XII.  Nació  en  dicha  ciudad  andaluza  en  1459 y falleció en Fez (Marruecos) en 1533. Fue miembro de la dinastía  nazarí, llamado por los cristianos Boabdil o Boabdil el Chico y  co­nocido popularmente   en su  tiempo  con  el  sobrenombre  Al-Zugabi, "el Desdichado".

El Mensajero de los Duendes

Seleción de poemas:  Alfredo Leiseca

Poemas basado en la filosofía Marcel y Unamuno

El eco vital

Cuando entona la alborada su himno a la distancia 
al ritmo melódico de todos las sentidos
que nos mece con su canto de mil emociones 
de vivir con el eco verde del horizonte;

Cuando renace de nuevo la vegetación 
en la esencia y resurge el existir de las viejas canciones
que enturbian el recuerdo de todas las pasiones 
enverdecidas tras el invierno parco del espíritu;

Cuando de nuevo cantan las estrellas su mensaje 
de luz a la hoguera que arde en la existencia 
trayendo el calor turbio de las neuronas
que rugen su ilusión de verdes estrofas,

Entono mi canto al porqué de la esperanza 
para  vivir el himno  armonioso del universo 
que nos trae su mensaje en la ansiedad de la carne 
que aspira al existir de todas las canciones 
del vivir con el eco de las ensoñaciones vivas 
que traen las ilusiones del vivir enardecido.

Canto al existir de todas las neuronas
que traen el mensaje de la totalidad de la esencia 
del suspiro enfurecido en el porqué de mi vivencia 
que ilustra su presencia en el circular de mi sangre 
repartiendo todas las hormonas de mi cuerpo
para traerme la ilusión del vivir de los cometas.

Canto al existir de todo el universo
que  me  trae su  mensaje  en  el esperar  de  mi  carne, 
que me habla  del vivir  y  del  batallar  de las almas, 
que ilustran con  su existencia la razón   de las  estrellas
y del pensar en la vida por el transcurrir de los tiempos, 
pensando en la distancia del ser de las luceros.

El canto de la carne

Hay un destello de luz en el horizonte 
y un pedazo de poesía en la alborada
y un fragmento de neurona en la esperanza 
y un fantasma de ironía en lo viviente
que nos enseña los rincones ocultos 
del porqué de todos los caminos
que nos llevan a los rumbos posteriores 
hacia el final de todos los sentidos.

Somos una sonrisa pasante de infinito 
que suena con el vivir narcotizado
de los olvidos del porqué de la vivencia 
que nos trae el aullido imperceptible 
del vivir con el recuerdo acumulado
de la anestesia del porqué de los sentidos 
que nos traen el mensaje de la carne 
disfrazado de presencia alucinante.

Porque somos la mentira de la ignorancia 
de no ver el mensaje de lo terreno
encendido en la trascendencia de lo evidente 
que nos ensena el camino verdadero
de todo lo existente en la alborada 
cuando de nuevo despiertan las neuronas 
entumecidas por el camino hacia la meta 
del porqué de todos los ensueños.

Espejismo

Como el espejismo que se refleja en el ocaso 
es el cantar del alma entumecida
de las ilusiones que se reflejan en la distancia, 
del olvidar de todos los dolores,
del recordar de todos los reflejos, 
del espejismo del vivir de los días
soñando con el porque de los deseos, 
olvidando la razón de las aflicciones, 
pensando en el motivo de la alborada.

Cuando sólo es ilusión lo que atormenta 
y lo que encanta del sonido de los grillos 
es el pensar en el espejismo de las ansias, 
es el ilusionar los utópicos menesteres
y el olvidar el porqué de los dolores.

Es el canto del alma entumecida 
el vivir con el eco de ilusiones
imaginando que el porqué de los anhelos 
es el reflejo de la ansiedad de las visiones.